Los talleres de reparación de vehículos en Ibiza y Formentera continúan en una situación particular, principalmente debido a la escasez de profesionales y a la falta de espacio para llevar a cabo su actividad.

FUENTE: PERIÓDICO DE IBIZA Y FORMENTERA (especial Talleres), 25 FEBRERO 2024 (extracto)

El vicepresidente de la Asociación de Talleres Libres, Recambios y Afines de la Pequeña y Mediana Empresa de Ibiza y Formentera, Francisco de la Cruz, lamenta que aún estando en temporada baja, la situación en cuanto a las listas de espera para una reparación no ha mejorado nada con respecto al año anterior. «La media de espera depende de la gravedad del percance y el taller donde se quiera hacer la reparación. Por ejemplo, en un taller libre no marquista el tiempo de espera para una reparación mecánica está en torno a una o dos semanas y una reparación de chapa en unos dos meses», mientras que en un servicio oficial los plazos se duplican o incluso se triplican lo que quiere decir «que para una reparación de chapa está en torno a unos 6 meses o incluso más en grandes golpes», señala. En cambio, el lado positivo, es que, con respecto al año anterior, sí que hay una leve mejoría respecto a encontrar personal, «aunque sigue habiendo una carencia muy grande de profesionales derivada de la falta de vivienda», a lo que hay que sumar la carencia de aprendices en los talleres y la necesidad de que «se vayan formando como pasaba antaño».

De la Cruz señala la falta de motivación de los jóvenes de aprender el oficio y en este sentido, el vicepresidente lamenta que ya no existan profesionales formados en la isla y «haya que traer a los de fuera», y es que antiguamente «gran parte de los profesionales que había en los talleres eran los mismos de la isla». Uno de los puntos más importantes y «urgentes» para la patronal es disponer de terrenos industriales donde poder realizar su trabajo, «un espacio donde llevar y realizar nuestra actividad correctamente y legalmente a un precio razonable». De la Cruz define esta situación como la punta del iceberg «ya que viene de muchos años atrás» y no es raro encontrar cada día alguna noticia en la que Pymes y colectivos estén pidiendo a gritos terreno industrial, «no para crecer, sino para dar servicio a lo que tenemos aquí actualmente», insiste. Ante esta situación, de la Cruz confía en que la administración «está haciendo todo lo posible», pero la burocracia «no deja que se regularice y se ordenen los polígonos y sitios en los cuales ya hay terrenos que se están realizando actividades empresariales» y confía en que este año «ya sepamos algo de una vez por todas».

Otro de los puntos que inquieta al sector es la electrificación, si será el futuro de los vehículos que circulen por carretera, a pesar de que «nuestra isla es la idónea para este tipo de vehículos debido a nuestras distancias que son relativamente cortas y la autonomía que tienen los vehículos puede ser suficiente para nosotros», afirma.

Un futuro incierto
Por su parte, los talleres hacen los deberes y están en continua formación en cuanto a nuevas tecnologías aunque con un handicap: «son muy caras». «No sabemos realmente lo que nos viene y son los grandes concesionarios los que se están poniendo al día con formación y con los recursos mecánicos electrónicos necesarios para reparar este nuevo tipo de vehículos eléctricos», aunque no obstante cree que «poco a poco», todos se están adaptando. Sobre este tema, la Unión Europea anunció que para el año 2035 se prohibirá la venta de vehículos de combustión, es decir, vehículos de diésel o gasolina, en todo su territorio, para así poder disminuir la emisión de gases contaminantes. Debido a esto, a partir del 2035 todos los coches que salgan al mercado no podrán emitir nada de CO2. De este modo, se pretende que en 2050 el sector del transporte sea neutro en carbono y los coches que habrá en el mercado serán mayoritariamente eléctricos. Una normativa que todavía está pendiente de confirmación por el nuevo Parlamento Europeo, que entrará en funciones después de las elecciones de junio de 2024. Según los datos publicados por la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC) en España en el año 2023 se matricularon más de 51.600 coches eléctricos, lo que supone un crecimiento del 70%, pero solo una cuota de mercado del 5,4%. Por su parte, se han matriculado 62.000 PHEV (Vehículo híbrido eléctrico enchufable), con un alza del 30% y una cuota del 6,5%. Estas cifras, aunque alentadoras, se quedan cortas con el resto de los datos de matriculación de vehículos eléctricos en el resto de países pertenecientes a la Unión Europea.
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Otro tema que preocupa a la patronal, «aunque en este momento no es principal problema del colectivo» es la competencia desleal. «Gracias a la presión que se está haciendo por parte de la administración cada vez se está regulando más y no hay tanta cantidad de talleres pirata», aunque de la Cruz insiste en que debe continuar «esta presión» por parte de la administración para que no florezcan y surjan más talleres pirata». Además, estos establecimientos suelen gestionar incorrectamente los aceites y otros materiales utilizados en reparaciones mecánicas.

Falta de stock
En cuanto a las dificultades para recibir determinados recambios, De la Cruz explica que aunque se ha «regulado un poco la recesión de los recambios» sigue habiendo grandes problemas en algunas piezas ya que están fuera de stock. «En algunos casos no te dicen cuándo van a llegar y hay coches que están reparados y que por falta de un faro llevan 2 meses pendientes para poder entregarlos. Esto pasa en toda las marcas, incluso en las europeas y en alto prestigio», lamenta el vicepresidente que añade que a raíz del covid la situación empeoró y ve «una falta de compromiso por parte de todos».