- Miércoles, 18 Noviembre 2020
- Fecha de publicación
Artículos de prensa sobre el VI Congreso de Viviendas Turísticas Vacacionales de Ibiza, organizado por AVAT. FOTO: Diario de Ibiza.
FUENTE: DIARIO DE IBIZA, 18 NOVIEMBRE 2020
«Hay una vorágine de normas contra el Covid sin sentido»
El VI Congreso de Viviendas Turísticas Vacacionales de Ibiza aborda cómo afecta la pandemia al sector | La presidenta de la asociación canaria tacha de «paripé» las medidas adoptadas por la Administración
José Miguel L. Romero - Eivissa
«Un paripé para decir que se han tomado medidas». Con esta crudeza calificó ayer Doris Borrego, presidenta de la Asociación Canaria de Alquiler Vacacional (Ascav), la normativa emanada desde la Administración de esas islas y desde la del Estado para luchar contra la expansión del coronavirus y facilitar la llegada de turistas. Borrego, que intervino en la primera charla del VI Congreso de Viviendas Turísticas Vacacionales de Ibiza, dedicada a los protocolos Covid en el sector, fue muy clara y explícita: «Hay una vorágine de normativas sin sentido que se solapan y que difícilmente se pueden implementar con éxito», comentó ayer por videoconferencia.
El caso canario es, en muchos aspectos, extrapolable al de las Pitiusas y de él se pueden extraer conclusiones, tanto de sus aciertos como de sus crasos errores, de cara a la próxima temporada. Entre las severas críticas de Borrego, la que hizo al Gobierno de su comunidad por adjudicar «a quien aloja», al propietario de la vivienda turística, la responsabilidad de verificar y controlar que el huésped llegue a esas islas con el debido test PCR negativo. «Es -añadió en este sentido- una aberración. No se puede dejar en manos del dueño de un inmueble, en muchos casos personas mayores, el control de la seguridad sanitaria». Porque, como dijo, cómo va a saber ese propietario si el PCR es legal, si se ajusta a los procedimientos oficiales o, como se da en algunos casos, traducirlo del cirílico. Y si el cliente llega sin test, «tendrá, además, que desalojarlo de la casa o llamar a la Policía» si en menos de 24 horas no comprueba si está o no contagiado.
Canarias adoptó esa medida al comprobar que el Gobierno español « hacía caso omiso a la petición de controlar los accesos en puertos y aeropuertos». La Comunidad Autónoma decidió entonces «basar el control sanitario en el derecho de admisión en los establecimientos». «Se nos dijo -añadió Borrego- que eso era mejor que nada. Pero no se tomó en cuenta a la Asociación de Viviendas Turísticas».
«Lleno total» en Canarias
Y eso es algo que recrimina tanto al ejecutivo de esa Comunidad Autónoma como a su sector hotelero, a los que acusa de haber ninguneado a los 1.600 socios de su asociación: «No se nos informa de las medidas hasta que las vemos en el boletín oficial de Canarias o en la prensa». Borrego recordó el peso que su sector cobró el pasado verano: mientras la planta hotelera del archipiélago tuvo una ocupación no superior al 30%, la de las viviendas turísticas fue de «lleno total, una explosión».
Ese lleno demuestra, señala, «que la preocupación del turista ha cambiado con esta pandemia». Ahora «prefiere» alojarse donde haya «garantías de desinfección y, sobre todo, donde nadie interfiera en sus vacaciones, ni siquiera el propietario o los intermediarios, para lo cual existen herramientas tecnológicas que lo hacen viable». Ese es, recalca, «el nuevo lujo»: no compartir piscina ni solárium ni comedores ni ascensores. Y esa demanda «es creciente», afirma.
La asociación de viviendas vacacionales canaria solicitó en abril que se controlaran las fronteras para «mantener bajos los contagios, pero hicieron oídos sordos». Cree que, en ese sentido, la pandemia ha demostrado hasta el momento que «lo que menos se ha empleado hasta ahora para atajarla es el sentido común».
«Los PCR no son la panacea»
En esa misma charla, Daniel Busturia, miembro del foro Eivissa Segura, insistió en la necesidad de ofrecer la imagen de «isla sana» para que el turismo vuelva en 2021. Afirma que en «la memoria» de los turistas de los países emisores ha quedado grabado «el pánico» al contagio, de ahí que pidan seguridad para viajar: «Porque están espantados». Lo que ve misión imposible es que «la pandemia desaparezca rápidamente», incluso aunque empiecen a administrarse vacunas a comienzos del próximo año.
Busturia no cree que las PCR sean «la panacea», sobre todo porque abundan las falsificaciones en internet. Estima que deben ser acompañadas por test serológicos rápidos en el destino que permitan detectar a los contagiadores: «Tiene que haber un control aquí», subrayó. Y no sólo a los extranjeros: también a los que procedan de la Península.
Pero, ante todo, abogó por «ser estrictos» (con «medidas de salud pública más tajantes») y por contar con herramientas como «las estadísticas», medidas de rastreo «radicales» e, incluso, por crear una app que se convierta «en una especie de pasaporte sanitario». Si no se logra establecer una imagen de «isla sana» (que a su juicio ahora no existe) y de «confianza, el turismo no vendrá», advirtió. La economía, además, no puede soportar otro confinamiento: hay que aislar, dijo, al enfermo, no a toda la población.
Un virus a sus anchas
«El virus está a sus anchas». Con esta frase, Daniel Camacho, coordinador de Urgencias de la Policlínica Nuestra Señora del Rosario, describió la actual situación. E inyectó una dosis de realismo: «Eliminar esta infección es imposible, es utópico». El objetivo no es lograr un índice cero de transmisiones, sino limitarlas al máximo. Como Busturia, cree que las PCR «no serán la panacea», e insistió en la existencia de un extendido mercado de falsificaciones en la red. A favor de una mejora juegan factores como que «el coronavirus es cada vez menos agresivo, aunque aumenta su capacidad de infectar», y que, a medida que pasa el tiempo, se conoce mejor cómo funciona.
Camacho advirtió de la «falsa seguridad» que provocan «los tapabocas»: «Nos creemos supermanes y nos los quitamos cuando estamos con nuestros seres queridos», las dejamos sobre superficies que podrían estar contaminadas o, como casos que dijo conocer, llevamos la misma desde abril. Este médico apostó por mantener, al menos, «las medidas básicas» de protección, como lavarse las manos frecuentemente y guardar la distancia de seguridad.
Son «consejos de la abuela», pero que no hay que despreciarlos, insistió Rubén Castro, director del Instituto Balear de Seguridad y Salud Laboral, también ponente. Castro aconsejó a las viviendas turísticas vacacionales seguir un protocolo que, entre otras cosas, registre quiénes han mantenido contacto en el inmueble, lo que facilitaría el posterior rastreo en caso de que algún cliente diera positivo. Eso sí, considera que se deben limitar los contactos directos con el usuario de la vivienda, tal como aconsejó Doris Borrego, y reducir «los textiles innecesarios» (o que se aporten metidos en bolsas tras ser desinfectados»).
Respecto a la limpieza, esta debe realizarse «al menos una vez a la semana», y quienes se encarguen de ella deben portar «la ropa habitual de trabajo, aunque reforzada con mascarillas o protección ocular». También recordó que «las evidencias demuestran que los aerosoles» [gotitas minúsculas suspendidas en el aire] son la principal fuente de contagio, de manera que recalcó que «ventilar es primordial».
Vacaciones pagadas si las nubes frustran el bronceado
Las aseguradoras proponen a las viviendas turísticas garantizar el moreno o un concierto de Guetta
Antes de la pandemia, José Luis Latorre, director de la aseguradora Alea Cover, especializada en eventos (conciertos) y congresos, tenía dificultades para vender seguros de causa mayor: «La gente pensaba que para qué iba a contratar uno si nunca pasaba nada. Pues ha pasado», comentó durante la segunda charla del VI Congreso de Viviendas Turísticas Vacacionales, centrada, precisamente, en el ámbito de los seguros. La pandemia, a su juicio, «ha generado una nueva situación», pues de repente el empresario se ha percatado de que «cualquier bichito se puede llevar por delante su negocio».
Cuando el coronavirus empezó a propagarse en China y tocó territorio europeo, allá por febrero, también comenzaron a expandirse las tasas de los seguros: «Empezaron a ser de un 30% o del 35% del capital asegurado. Qué locura, cómo puedes cobrarme eso, me decían. Pues cualquiera hubiera pagado, incluso en el mes de mayo, hasta un 60% del capital de las pérdidas».
«Factor de distinción»
De ahí que, en la actualidad, «si vendes un seguro que cubra una pandemia, lo compran, siempre que cueste algo menos del 100% del capital». Pero no para el actual virus: «No puedo hacerte un seguro contra el Covid-19 cuando ya hay Covid-19, de la misma manera que no puedo asegurarte contra unas lluvias torrenciales si ya están cayendo».
Latorre recomendó a las viviendas turísticas vacacionales de Ibiza que apuesten por «un factor de distinción». Porque si algo tiene este sector, que a veces parece una casa de apuestas, es que está abierto a casi todo: «Imaginen que viene el turista y durante el tiempo de su estancia está nublado. Pues se puede contratar un seguro para cubrir eso y vendérselo al cliente: si no se pone moreno, se le pagan todas las vacaciones».
¿Y si el cliente no quería ponerse moreno sino asistir a un concierto de David Guetta? Lo mismo: si se cancela, paga el seguro. «Se puede garantizar y repercutir el coste al cliente, que no creo que eche atrás la contratación de ese seguro», pues es calderilla en comparación con lo que le costará el resto del viaje.
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FUENTE: PERIÓDICO DE IBIZA Y FORMENTERA, 18 NOVIEMBRE 2020
El congreso de vivienda turística abarca toda la casuística COVID
La sexta edición de este encuentro en Ibiza planteó la necesidad de conseguir la consideración de Ibiza como destino seguro y planteó soluciones a los problemas de los propietarios por la pandemia
Isaac Vaquer Ferrer | Ibiza
En un formato reducido y con un seguimiento eminentemente online, la Asociación de Viviendas Turísticas de Ibiza (AVAT) celebró ayer el VI congreso de Vivienda Turística de la isla, con la colaboración de Pimeef y el Consell d’Eivissa.
El evento se centró en esta ocasión en el impacto de la COVID-19 en este sector de alojamiento vacacional: medidas sanitarias en los establecimientos, contratación de seguros, cómo abordar la pandemia en los contratos y qué perspectivas de cambio hay en el sector.
Medidas sanitarias
Poco se habló de protocolos Covid en la vivienda turística en las ponencias dedicadas al respecto y mucho de qué medidas se considera que deberían tomar las autoridades para generar un destino seguro en Ibiza.
Por parte del Foro Ibiza Segura, Daniel de Bisturia planteó la necesidad de tomar medidas estrictas que permitan dar una imagen de destino seguro al exterior. «Quien naufraga dos veces no puede culpar a Neptuno», indicó, antes de dar cuenta de los malos resultados de esta temporada. Para evitar un segundo naufragio planteó la necesidad de hacer un control estricto de la entrada de viajeros, tanto del extranjero como nacionales, el cribado masivo de la población y la necesidad de estadísticas.
El director del Institut Balear de Seguretat i Salut Laboral, Rubén Castro centró más su exposición en la realidad de las viviendas. Se comprometió a la elaboración de un protocolo específico para este tipo de alojamientos por parte del Govern, además del elaborado por ICTE. Apuntó una serie de recomendaciones como son: tener un registro de todas las personas que acuden a la vivienda para facilitar un posible rastreo, evitar el contacto con los inquilinos, reducir la decoración y los elementos textiles prescindibles y un incremento de la limpieza.
Desde el sector sanitario, el doctor Daniel Camacho recordó que el riesgo cero es un hito inalcanzable y lo que se debe buscar es que la población pueda convivir con el virus. Es por ello que resaltó la importancia de seguir las medidas de seguridad, sobre todo las más básicas como son el lavado de manos o mantener las distancias. Para él una «isla segura» no es aquella totalmente libre de coronavirus, sino aquella en la que la población sabe hacer las cosas bien y está informada.
A este respecto puso de manifiesto el mal uso que se hace de las mascarillas por parte de la población, un elemento que requiere de cursos para su utilización en sanidad. Recordó la importancia de mantenerla puesta con los contactos cercanos, momento en el que se descuida más su uso, más que el hecho de llevarla por la calle.
Seguros y contratos
Como pequeña empresa que es, en el congreso se puso de manifiesto la importancia de los seguros en las viviendas vacacionales, más allá del seguro del hogar habitual.
En la ponencia se destacó la importancia de sentarse a evaluar los mayores riesgos para prever su cobertura y adaptar el seguro a la actividad.
En cuanto a los contratos de alquiler vacacional se trató sobre todo la figura en derecho planteada con el latinajo rebus sic standibus, que se traduciría aproximadamente como «estando las cosas así». Esta figura plantea que los contratos se redactan conforme a unas circunstancias y que su alteración sustancia (una pandemia, por ejemplo) implica su modificación.
En este sentido los juristas participantes plantearon la importancia de prever en los contratos, en la medida de lo posible, todas estas circunstancias y tener cláusulas que flexibilicen el contrato y den soluciones y seguridad a propietario y cliente.
Un sector con una demanda potencial en auge
El presidente de Avat, José Antonio Llano, se mostró cauto respecto a las perspectiva del sector, dada la importancia de que los clientes puedan viajar para que todo el sector turístico pueda funcionar. A pesar de ello apuntó que la vivienda vacacional por sus características de exclusividad y los protocolos que se recomiendan a los socios del sector permiten mejores perspectivas que otros negocios de alojamiento. Señaló que los meses de julio y agosto el sector tuvo una buena ocupación. «El sector de la vivienda tiene un peso importante en Ibiza y creemos que puede contribuir a la economía de la isla y el reparto de la riqueza».
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FUENTE: TELEVISIÓ D'EIVISSA I FORMENTERA, 17 NOVIEMBRE 2020
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