- Domingo, 07 Junio 2020
- Fecha de publicación
Construir y rehabilitar viviendas e invertir en obras públicas e infraestructuras pueden ser la clave y la vía para estimular el arranque de la economía de las islas. FOTO: Periódico de Ibiza y Formentera.
FUENTE: PERIÓDICO DE IBIZA Y FORMENTERA, 7 JUNIO 2020
Después de la parálisis económica provocada por las medidas restrictivas del estado de alarma ante el coronavirus, el sector de la construcción ha vuelto a su actividad y ya está plenamente operativo. Y no solo eso. En estos momentos, y
con la caída de la actividad turística, se ha convertido en un pilar fundamental para la recuperación económica.
La presidenta de los constructores de la PIMEEF, Consuelo Antúnez, cree que la construcción podría ser el motor para la recuperación del empleo y la economía en Ibiza y Formentera, aunque de todas formas, «dependemos de que los promotores se animen a hacer obras y habrá quien se anime aprovechando una temporada atípica, pero también, ante la incertidumbre habrá quien no». Antúnez también apunta que en principio, el Govern sacó un Decreto-Ley (8/2020) en el
que se tuvieron en cuenta las peticiones del sector para poder recuperar empleo, como por ejemplo la declaración responsable, pero que sólo vale para las reformas, no para obra nueva que da trabajo a más gente.
Empresas de reformas, pinturas, carpintería o rehabilitación coinciden en asegurar que ahora tienen una fuerte carga de actividad, pero la presidenta de la patronal ve un futuro «incierto» y argumenta que Ibiza y Formentera dependen mucho de cómo vaya la temporada y «esta no va a ser como las anteriores». También añade que los números de proyectos visados de los meses anteriores al estado de alarma eran inferiores a los años anteriores, «así que por ese lado, tendremos menos trabajo que el año pasado».
En cuanto al nuevo Decreto-Ley aprobado en materia urbanística, la presidenta de PIMEEF no entiende «la urgencia justo en estos momentos que estamos viviendo» y añade que «siempre es un problema que en materia urbanística se legisle a base de Decretos Ley porque crea mucha inseguridad». Tampoco entiende por qué en el Decreto-Ley anterior (8/2020) sí contaron con la opinión del sector, y en cambio «este lo publicaron por sorpresa, sin conocimiento de nadie, cuando Ibiza y Formentera, aunque parece que no se ven afectadas en lo referente al suelo rústico, porque hace menos de dos años que aprobaron sus planes territoriales, sí afectan las desclasificaciones de suelos urbanos y urbanizables».
La presidenta de la patronal cree que esto supondrá el encarecimiento del precio de la vivienda, ya que «desclasificar suelo urbanizable hace que sea más difícil crear vivienda a precio asequible. En el Decreto-Ley se mantienen las clasificaciones de suelos para VPO, pero no son ni mucho menos suficientes para suplir la emergencia habitacional en la que nos encontramos en las Pitiusas».
Los problemas de siempre
Una de las asignaturas pendientes del sector es la competencia desleal. Una oferta paralela con precios mucho más reducidos, y con personal que trabaja sin estar capacitado, ni habilitado, que no cumple con los requisitos y sin los
conocimientos necesarios. Prácticas ilegales que tanto daño hacen a las empresas serias del sector y que la Administración continua sin resolver.
«Seguimos como siempre. Estaría bien que ese control que han hecho las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado durante el estado de alarma para informarnos y controlar que se cumplieran las normas sanitarias, que ha sido un gran trabajo, siguiera después para controlar empresas y obras ilegales», reflexiona Antúnez, que añade otro eterno problema que arrastra el sector como es el de la lentitud de las administraciones en la tramitación de licencias, «un problema tan grande que hasta el mismo Govern, en las medidas para el impulso de la actividad, destaca como uno de los temas importantes la agilización y simplificación administrativa. Las licencias tardan 5 o 6 veces más de lo que deberían».
La nueva normalidad del sector
Además de las medidas de protección que se venían aplicando en construcción, se han implementado nuevas medidas de higiene, de distancia personal y de uso de guantes y mascarillas. «Al principio fue muy estresante porque había una gran incertidumbre y cada pocos días salía una normativa nueva que había que cumplir al día siguiente. También teníamos el problema de conseguir mascarillas, guantes y geles para nuestros trabajadores. Se recibían diariamente muchas llamadas socios de PIMEEF pidiendo información. Fue un caos importante, pero poco a poco todo esto se ha ido normalizando. Ahora ya está todo más claro y todos tenemos asumidos los nuevos protocolos de distancia social, mascarilla si no se puede
mantener, lavado de manos, registro de presencia en obra para seguimiento de posibles contagios, etc, protocolos que llevamos a cabo con la máxima responsabilidad», concluye Antúnez.