- Martes, 06 Junio 2017
- Fecha de publicación
Los empresarios admiten la necesidad de preservar las praderas marinas, pero recuerdan «el elevado porcentaje de PIB» que genera este tipo de turismo. Aseguran que los campos de boyas para fondear «se convertirán en un negocio»
FUENTE: DIARIO DE IBIZA, 6 JUNIO 2017
Joan Lluís Ferrer - Eivissa
El decreto que está tramitando el Govern balear para poner orden en el caos que reina sobre las praderas de posidonia todos los veranos es observado con «preocupación» por los empresarios del sector náutico pitiuso, que temen los efectos de las limitaciones al fondeo que impondrá la nueva normativa. El director general de Medio Natural de la conselleria de Medio Ambiente del Govern, Miquel Mir, explicó ayer en Ibiza el contenido del decreto tanto a empresarios del sector náutico como a entidades conservacionistas. Las segundas ya han expresado su total apoyo a las medidas de regulación del fondeo previstas por el Govern, pero la Asociación de Náutica de la Pimeef salió de la reunión hablando de «incertidumbre» y de «nubes negras» en el horizonte.
El presidente de dicha entidad, Ramón Díaz, afirmó que los empresarios no han tenido ocasión de «ver los informes técnicos sobre los que se apoya el decreto», aunque temió que dichos estudios «no sean tal vez demasiado profundos».
«Somos los primeros interesados en que se proteja la posidonia, pero hemos de hacerlo de modo que ello no vaya en perjuicio de los navegantes que vienen a Ibiza y Formentera», añadió.
El presidente de los empresarios no dudó en afirmar a este diario que «existe alarma social» entre los patrones de embarcaciones, que temen no poder fondear en muchos sitios donde ahora sí pueden hacerlo. «Hay preocupación», añadió.
Ramón Díaz recordó que el turismo náutico «genera una parte muy relevante del Producto Interior Bruto (PIB) de Ibiza y de Balears», y consideró que «con las restricciones que se prevén quizá se reduzca el fondeo un 50 o un 60%», si bien dijo no tener cifras exactas, «porque lo que hay es una incertidumbre total». «No sabemos con qué podemos encontrarnos», añadió.
Patrones concienciados
El presidente de la entidad afirmó que «el 99,9% de los patrones de barcos pequeños está concienciado sobre la necesidad de proteger la posidonia; en la vida se les ocurriría fondear encima».
También dijo que en casos como Formentera se alejan los puntos de fondeo «hasta 150 o 200 metros de la playa». «¿Habrá que ir nadando hasta la costa?», se preguntó.
Otro miembro de la Asociación de Náutica, Mariano Torres, coincidió con estas consideraciones y dijo además que el decreto «no hace distinciones entre un barco pequeño y macroyates como el Turama, cuando el daño que causan sus anclas es muy diferente». También opinó que los campos de boyas para fondear con seguridad en las calas «acabarán siendo un negocio», explotado por empresas privadas.
En cambio, los ecologistas del GEN, que junto a otras entidades participaron también ayer en la ronda de reuniones con el Govern en el Consell, consideran que el decreto «es positivo, en general», si bien hay aspectos que «deben perfilarse un poco más». Es el caso de las exenciones de sanción en el caso de fondear sobre posidonia si ésta no es visible, «pero la posidonia siempre se ve», señaló el presidente del GEN, Joan Carles Palerm.
En todo caso, destacó la mejora que suponen las nuevas condiciones para tramitar los expedientes sancionadores y, también, el hecho de que como norma general no se pueda fondear sobre posidonia.