El presidente de la patronal, Ricardo Sánchez, denuncia que «la situación es dramática».

FUENTE: PERIÓDICO DE IBIZA Y FORMENTERA, 4 NOVIEMBRE 2025

Gisela Revelles
La temporada baja no es ya tampoco el momento idóneo para encontrar pisos o casas de alquiler en Ibiza. Con la llegada del otoño siguen vigentes anuncios tan escandalosos como el del alquiler de un sofá en un salón por 700 euros mensuales publicado este lunes por Periódico de Ibiza y Formentera. La preocupación se extiende entre las agencias inmobiliarias ante un oferta prácticamente inexistente. El presidente de la Asociación de Inmobiliarias de la Pimeef, Ricardo Sánchez, explica que «en esta época suele haber algo más de oferta porque se liberan pisos de gente que ha estado en la isla en verano». Sin embargo, añade, «es ínfima en comparación con la demanda». «Por cada piso que conseguimos», explica, «tenemos una lista de espera de entre 60 y 70 personas. Publicamos el anuncio y muchas veces se alquila ya esa misma mañana». Y eso a pesar de que los precios son escandalosos. Por ejemplo, por un estudio de unos 50 metros cuadrados y una habitación, lo normal es pagar ahora mismo entre 1.000 y 1.200 euros. Y eso, asegura Sánchez, «como algo excepcional». En opinión del presidente de la patronal, aunque el subarriendo suele estar prohibido por contrato, la realidad es que muchos inquilinos recurren a esta práctica para poder pagar la renta. Y es que, subraya, «hay demasiada demanda y muy poca oferta».

El fracaso del programa Lloguer Segur del Govern en Ibiza es evidente al comprobar que solo se ha logrado firmar dos contratos. Para Ricardo Sánchez, el problema de este proyecto estriba en que una de las condiciones para que los propietarios pudieran acceder al mismo era que los pisos no hubieran estado alquilados en los meses anteriores. Esto ha provocado que propietarios que podrían haber estado interesados en acceder tras acabar los contratos que tenían en vigor no han podido hacerlo. Y eso en una situación «tan crítica que los pisos tienen muy poca rotación». A esto se suma que, en su opinión, no se ha dado mucha información sobre el programa. «Como agentes inmobiliarios», señala, «pensamos que Lloguer Segur está bien pero tendría uqe ser más flexible, más ágil. No debería tener esa condición de que la vivienda tenga que estar vacía en los meses anteriores. Además, a muchos propietarios también les echa para atrás el tener que hacer tanto papeleo».

El objetivo de este programa era sacar al mercado del alquiler viviendas que estuvieran vacías. Y las hay, según Sánchez. Se dividen entre segundas residencias y viviendas que sus propietarios se niegan a alquilar por diversos motivos. Llama la atención el caso de los propietarios extranjeros: «Se echan para atrás cuando saben que su propiedad estará comprometida durante cinco años y que, si no les pagan, tendrán que estar dos años en los tribunales para recuperarlas y sin cobrar la deuda. No lo entienden porque esto no pasa en otros países».

Ley de Vivienda
La Asociación de Inmobiliarias de la Pimeef, por otro lado, no cree que la Ley de Vivienda y su índice de precios puedan arreglar un problema que se ha dejado pasar «durante 20 años». Sánchez tiene claro que, a mayor intervención, menor oferta. Y a esto suma que de nada servirá intervenir el mercado del alquiler si no se hace lo mismo con el de compra. «La norma aquí no servirá para nada porque no tendrán pisos sobre los que aplicarla», asegura el presidente de la patronal.

Ser propietario de un piso en Ibiza hoy es prácticamente imposible para los residentes. Los precios de venta de «un piso normal» rondan los 800.000 euros. Solo la entrada es ya lo que costaba un piso antes de que la situación se disparara: «Para los residentes la compra está cada vez más mermada. Compran los extranjeros y otros perfiles, pero no la gente de aquí».

Ricardo Sánchez cree que la única solución posible ante este drama pasa porque las Administraciones «destinen la principal partida de sus presupuestos a vivienda». «Si la Administración pone 200 pisos en el mercado del alquiler», afirma, «es obvio que el resto de propietarios tendrá que bajar los precios. Pero, mientras esto no suceda y la demanda sea tan elevada para una oferta muy escasa, no hay nada que hacer».

«Hacen política de titulares. Se anuncian cosas que no llegan porque son a largo plazo. Hay demasiada burocracia. Pero los ayuntamientos, las administraciones, tienen mucho suelo público y se podrían hacer viviendas más rápido. Nosotros solo somos testigos de una situación que es dramática. Si ante una emergencia la Administración construye hospitales rápido, esto debería ser igual. Da mucha pena tener a 60 personas en una lista de espera para un piso porque sabes que solo uno de ellos lo podrá alquilar. Lo que está pasando en Ibiza es muy preocupante y da mucha tristeza».